lunes, 4 de julio de 2011

A ESTUDIAR - QUE?

Mijo, ¿por qué no estudia ciencias ocultas?
Ramiro Velásquez Gómez
No estamos en nada. O, para ver el vaso medio lleno: estamos comenzando el proceso. Algunos tuiteros decían la semana pasada que una buena conferencia en el Campus Party había sido sobre Neuroingeniería.
Con qué se come y cuánto tarda graduarse no sé. Esta disciplina de la ingeniería biomédica emplea las técnicas de la ingeniería para entender, reparar, remplazar, aumentar o explotar las propiedades de los sistemas neurales. Los ingenieros neurales están capacitados para resolver los problemas de diseño de la interfaz de tejidos neurales vivos y construcciones no vivas. Facilito.
Lo que ha avanzado el conocimiento y cuán atrás se va quedando el sistema educativo y por ende la sociedad en general. Imaginemos una conversación entre expertos e investigadores: ¿a qué te dedicas? -Pues yo soy criptozoólogo, ¿y tú? -Me dediqué a la Optogenética, aunque también tengo especialización en Nanoingeniería.
Se sorprende uno cuando se habla de Antrozoología, Arqueogenética, Biogeoquímica, Farmacogenómica, Fotobiología, Ingeniería Molecular, Microzoología, Petrología Ígnea, Sociomicrología o qué tal esta: Teriología, que no sabía qué era, aunque lo logré recurriendo a mi cerebro más profundo: Google.
Es aterrador porque acá nuestras universidades hacen un fiestononón, como diría una amiga bogotana, porque abrirán el programa de Psicología, que ofrecen otras 14 universidades locales. Ah, claro: es que el énfasis lo haremos en la primera O: Psicólogia, y así nos diferenciamos. O Comunicación, con énfasis en uso de la web para contactos con el más allá (@novuelvojamas.org).
No todas las citadas ni otras son carreras universitarias. Algunas sí, otras en unos años, pero queda la inquietud: ¿vamos por donde es y al ritmo que es? Ahora: para qué ofrecer programas que podrían montarse, pero para los cuales no se tiene el suficiente campo de acción por la carencia de la tecnología. Cosas de estar apenas en desarrollo, como los jóvenes.
El mundo se especializó. Hoy hay que estudiar toda la vida, pero no pasarse toda la vida estudiando. Como al vecino: no quería trabajar hasta no hacer dos maestrías y dos doctorados. Cuando lo logró, le dijeron que buscaban jóvenes.
Genética, por decir lo más simple, rama de acelerado desarrollo en los últimos 20 años, debería ser materia transversal en Medicina y afines. No lo es ni acá ni allá.
Se conocen cerca de 70 medicamentos para los cuales se pide un test genético para saber si son útiles para el paciente, no le servirán o lo envenenarán. Una muestra de la inmensa necesidad.
La culpa no recae sólo en las universidades, aunque les falta atrevimiento. Hace 11 o 12 años, el Ministerio de Educación intervino en las universidades exigiendo estándares mínimos para las ingenierías, porque se ofrecían las cosas más raras, que no eran más que disfraces atrapatontos. Ahora necesitamos cosas extrañas, pero reales.
La sensación es que nos quedamos en lo mismo y esto es parte del círculo vicioso del atraso. A la fecha no hay cómo evadirlo.
Quizás necesitemos buenos primatólogos.
Maullido: en Antioquia hay unos 401.000 analfabetas (la población de Bello). Y tanta alharaca porque pintan el muro de una escuela.
Tomado de El Colombiano

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