Cuba vs. bloqueo, el lado de la
razón
Por estos días el mundo se apresta para un nuevo debate de la Asamblea
General de las Naciones Unidas sobre la necesidad de poner fin al ilegal
bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por los Estados Unidos.
Argumentos sobran para el foro de mañana 13 de noviembre en Nueva York
a la Cuba rebelde y solidaria, símbolo de resistencia y firmeza, sometida por
más de medio siglo a sanciones que califican de acto de guerra y genocidio,
según principios recogidos en normas internacionales.
Un billón 66 mil millones de dólares en daños económicos, afectaciones
humanas invaluables y una feroz persecución de nuestras transacciones por todo
el planeta, constituyen algunos de los impactos de una política que es hoy un
serio obstáculo al desarrollo socio-económico del país caribeño.
A los cubanos en esta lucha por la justicia nos asiste la razón,
acompañados de una inquebrantable resistencia y del respaldo de una comunidad
internacional que en numerosos foros ha condenado el bloqueo y demandado al
gobierno de los Estados Unidos su inmediato e incondicional levantamiento.
Recientemente, del 25 de septiembre al 1º de octubre, la Asamblea
General de las Naciones Unidas acogió, en el marco de su 67º Período de
Sesiones, un debate de alto nivel en el que presidentes, primeros ministros,
cancilleres y otros altos funcionarios emitieron pronunciamientos contra el
cerco de Washington.
A menos de dos meses del debate sobre el bloqueo en Nueva York, 45
países de los cinco continentes solicitaron a la Casa Blanca el fin de esta
criminal política, reclamo amparado en los principios del Derecho
Internacional, en el multilateralismo, en la libertad de comercio y navegación,
la condena a las leyes extraterritoriales, la coexistencia pacífica y el
derecho de los pueblos al desarrollo y a escoger su propio destino.
Es muy ilustrativo que el rechazo al bloqueo contra Cuba fuera uno de
los seis temas más tratados en la Asamblea General de la ONU este año, y que a
esa política agresiva impuesta por el gobierno de los Estados Unidos se le
calificara de "bloqueo genocida, violatorio y fracasado",
"anacronismo", "rémora de un pasado", "reliquia de la
guerra fría" y "crimen de lesa humanidad".
Veintiún países hermanos de "Nuestra América", como la
llamara el Apóstol, trece de África Subsahariana, siete naciones de Asia, dos
de Europa e igual número del Medio Oriente, unieron sus voces solidarias para
reclamar justicia y respeto para la nación cubana.
Entre las voces que se levantaron en apoyo a Cuba, se escuchó al primer
ministro de Antigua y Barbuda, Winston Baldwin Spencer, quien acotó que desde
su "establecimiento, el bloqueo ha causado un daño incalculable para el
pueblo cubano, provocando escasez y sufrimiento innecesario a la población,
limitado y restringido el de-sarrollo del país y provocando graves daños a la
economía cubana. A pesar de todo esto, el pueblo cubano ha logrado preservar su
soberanía, la independencia y el derecho a la libre determinación".
La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, consideró imprescindible su
eliminación para que Cuba avance en la actualización de su modelo económico,
ante lo cual llamó a "poner fin a este anacronismo, que es condenado por
la inmensa mayoría de los miembros de las Naciones Unidas".
Con profundo sentir, el mandatario boliviano, Evo Morales, cuestionó el
irrespeto de los Estados Unidos ante las resoluciones de la ONU en contra del
bloqueo y el carácter democrático de la Asamblea, y tras expresar sus respetos
hacia el compañero Fidel, reiteró su condena a esta medida por "su
carácter extraterritorial y violatorio de los derechos humanos".
A nombre de los bloques regionales, Chile en su condición de Presidente
pro témpore de la naciente Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños
(CELAC), se unió al rechazo internacional en contra de tan obsoleta y condenada
política estadounidense.
El nombre de Cuba resonó también en dicho encuentro a partir de otros
temas que reconocieron su labor solidaria internacional, su lucha por la
liberación de los Cinco y su contribución al proceso de paz en Colombia. De
igual forma, se demandó la exclusión de la Isla de la lista de países
patrocinadores del terrorismo, emitida cada año por los Estados Unidos.
Poco más de un siglo después, como deseara El Maestro, Cuba y sus
líderes han sabido ganarse el respeto del mundo, por el prestigio de su
proyecto social, y por su contribución infinita con las causas más justas y
nobles. Cuba, a pesar del genocida bloqueo que ya dura más de medio siglo, hoy
siembra saber y salud en los más remotos rincones, con sus valerosos
profesionales, muchos nacidos bajo el bloqueo, y crecidos con el principio
solidario de compartir cuanto tenemos, no aquello que nos sobra.
El pueblo cubano y su Revolución agradecen el llamado de ese inmenso y
compacto número de líderes en la Asamblea General de la ONU de poner fin al
bloqueo, con el compromiso de continuar luchando por un mundo mejor, y de
fomentar aún más la hermandad entre nuestros pueblos, porque, como también nos
enseñara nuestro José Martí, "Patria es humanidad".
Tomado de la
Granma de cb
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