Bosques en miniatura:
Ecoturismo con lupa revela impresionante biodiversidad vegetal en isla
Navarino
Al sur del canal Beagle se encuentra una de las más diversas
poblaciones de líquenes y musgos de todo el planeta. Un nuevo libro y un
documental en DVD invitan a descubrirla.
Richard García
A simple vista, el conjunto de islas al sur de Tierra del Fuego, que
culminan en el cabo de Hornos, puede parecer pobre en materia de vegetación si
se compara con la selva valdiviana. Pero la realidad es que presenta un
patrimonio único.
"Magallanes tiene sólo seis especies de árboles, pero alrededor de
mil especies de musgos y líquenes, conocidos como briofitas", destaca
Ricardo Rozzi, biólogo y ecólogo del Instituto de Ecología y Biodiversidad
(IEB).
El detalle clave, explica, es que en el mundo existe un total de 15 mil
especies de biofritas, lo que quiere decir que en un diminuto territorio que
equivale a 0,01 de la superficie terrestre se concentra más del 5% de ellas.
Y, como si fuera poco, al menos 500 sólo viven en la llamada eco-región
subantártica de Magallanes.
Rozzi se interesó en este tema desde una vez que casi murió hundido en
uno de los pantanos típicos de esa área.
"Mientras me hundía empezaron a nadar alrededor mío unos bichitos
y empecé a mirar la flora que tenía a mi alrededor. Me di cuenta que durante 10
años había estado trabajando en los sitios prioritarios de Chile, pero estos
musgos constituían una verdadera selva en miniatura".
El científico reconoce que el descubrimiento de esta realidad lo
condujo a un "cambio de lente" con el cual estaba enfocando el tema
de la conservación.
Justamente los hallazgos realizados allí favorecieron la creación de la
Reserva de la Biósfera Cabo de Hornos, que puso a la zona al mismo nivel que
Madagascar o Galápagos, pero con la diferencia de que se trata de bosques en
miniatura.
Cambio de mirada
Lo que vino después fue un impulso de turismo responsable a través de
la creación de un circuito de más o menos un kilómetro en el parque
etnobotánico Omora (en la isla Navarino), que cuenta con el apoyo del programa
de Conservación Biocultural Subantártica de la U. de Magallanes y de la
University of North Texas.
El singular recorrido es el tema de las 190 páginas del libro
"Ecoturismo con Lupa en el Parque Omora", en cuya redacción
participaron Rozzi junto a investigadores de las Universidades de Magallanes,
Concepción, North Texas, Connecticut, Yale, Bangor y Complutense de Madrid. El
texto es complementado con un documental en DVD de 19 minutos que viene junto
con la publicación.
Lo de la lupa, dice Ricardo Rozzi, va más allá de amplificar la visión
de las briofitas y otros organismos del bosque en miniatura, sino que también
amplifica nuestra mirada mental, perceptiva y afectiva frente a la naturaleza y
la relación con ella.
Es así como cada visitante que accede al circuito recibe una lupa para
poder apreciar detalles que escapan a primera vista.
El recorrido se puede prolongar hasta por tres horas.
Los más jóvenes también pueden hacer trayectos más prolongados que
contemplan subir los cerros de los alrededores, que a la distancia aparentan
estar desiertos, pero, sin embargo, están llenos de una diminuta vida vegetal.
El libro
Fue editado por Ediciones de la Universidad de Magallanes e incluye un
DVD.
Tomado de El Mercurio de Chile
ver mas:
http://diario.elmercurio.com/2012/11/13/ciencia_y_tecnologia/ciencia_y_tecnologia/noticias/FA46CE2D-70E9-47E6-996F-07ED79204D15.htm?id={FA46CE2D-70E9-47E6-996F-07ED79204D15}
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