Por trabas K al dragado, en un
año se gastó US$ 30 millones en fletes
La falta de profundidad del canal Martín García vuelve más competitivo
al Mitre
La batalla diplomática entre Argentina y Uruguay por el dragado del
canal Martín García lleva más de un año. En agosto de 2011 en Anchorena, los
presidente de ambos países llegaron a un acuerdo para realizar la
profundización del río Uruguay, pero cuando el asunto bajó a los cuerpos
diplomáticos todo se trancó y el asunto llegó incluso a los estrados judiciales
de ambos países.
Mientras tanto, los productores rurales de Uruguay –básicamente de soja
y trigo– ven como esa demora sigue elevando los costos de operar por Nueva
Palmira, la segunda terminal portuaria del país.
Cada barco que sale cargado de Nueva Palmira y debe remontar el Paraná
para salir al océano Atlántico utilizando el canal argentino Mitre, que es más
profundo, implica un sobrecosto de US$ 60 mil de lo que costaría hacerlo por el
Martín García si estuviera dragado a la profundidad preacordada. Ese precio lo
terminan pagando los productores, dijeron a El Observador operadores navieros.
Los más optimistas estiman que ese sobrecosto ronda los US$ 30 millones
al año.
La razón es que Martín García está dragado a 32 pies y Mitre a 34, lo
que permite navegar por esa vía a buques con mayor capacidad de bodega. Esos
dos pies de diferencia impiden cargar 6.000 toneladas más por barco. El
gobierno de Argentina, que prioriza su canal, sigue imponiendo trabas a cumplir
con su parte en el Martín García.
La pelea entre Uruguay y Argentina, sobre la cual el presidente José
Mujica ordenó llamarse a silencio a todos los negociadores para bajar el nivel
de tensión con la administración de Cristina Fernández de Kirchner, es
precisamente para profundizar en dos pies el dragado del canal que conduce al
puerto uruguayo. También se discute ensancharlo a 39 metros para permitir el
pasaje de buques de más porte, pero todo quedó trancado tras una orden política
de Argentina en la Comisión Administradora del Río de la Plata (CARP).
Los dos canales deberían estar a la misma profundidad y con iguales
peajes, pero Argentina incumple ese acuerdo, según recordó Mario Baubeta,
presidente del Centro de Navegación.
Muchos de los barcos que llegan hoy a Nueva Palmira prefieren volver
por el canal Mitre, con más carga, y para eso suben el Paraná Bravo a pesar que
necesitan de 14 horas más de navegación en relación a si pudieran utilizar el
canal Matín García.
Usar el Mitre, además de ser un trayecto más largo para poner proa al
Atlántico, implica pagar peajes más caros y enfrentar el costo de “prácticos”
argentinos, que son técnicos especializados en navegación. El canal Mitre está
“oficialmente” dragado a 34 pies de profundidad, pero los navegantes saben que
ya tiene una profundidad real de 36 pies, que lo vuelve más competitivo aún.
Ante las trabas surgidas en la CARP, donde hubo sospechas de
corrupción, la cancillería uruguaya manejó la idea de crear una empresa
binacional que se encargue del dragado y profundización del canal Martín
García. Baubeta comentó a El Observador que eso “es un disparate” y sería
“darle la llave del canal a Argentina”. Además de las trabas en la CARP,
Argentina también impide obras en Nueva Palmira que significarán su ampliación.
Desde hace unos cuatro años, el gobierno kirchnerista no autoriza las
terminales privadas de Cartisur y ADM que prevén una inversión de unos US$ 85
millones. La de Cartisur es una terminal de líquidos que se especializará en el
transporte de combustibles y fertilizantes, mientras que la otra, en la zona de
Barraca de los Loros, implica la construcción de un puerto de graneles.
Tomado de El Observador de Uy
No hay comentarios:
Publicar un comentario