miércoles, 7 de noviembre de 2012

MEJORANDO TRANSITO EN BUENOS AIRES


Dietrich: "Vamos a desalentar fuertemente el uso del auto"
El subsecretario de Transporte porteño responde a las críticas por la instalación del Metrobús en la 9 de Julio  y advierte que quiere más bicicletas en la ciudad; ¿qué va a pasar con los subtes?
Por Matías
 El funcionario porteño señaló que se construirán más contracarriles y bicisendas. Foto: LA NACION / Sebastián Rodeiro
Un hombre vestido de traje irrumpe a media tarde en la calle Maipú, en pleno centro porteño. No lleva portafolio ni maletín. Sostiene una pieza pequeña de metal brillante, que cuenta con un manubrio, un asiento y dos ruedas. Algunos transeúntes se dan vuelta y lo miran. En pocos segundos, despliega una bicicleta Dahon, se coloca el casco y sube a su vehículo. "Nos encontramos allá", le avisa a LA NACION, antes de partir hacia la calle Suipacha para realizar una sesión de fotos.
El subsecretario de Tránsito y Transporte porteño, Guillermo Dietrich, se mueve por el centro de la ciudad en bicicleta. En una entrevista con LA NACION, pedalea con fuerza para justificar la costosa instalación del Metrobús en la emblemática avenida 9 de Julio, en el mismo tramo que cubre la línea C de subtes. Sin apretar los frenos, remarca que su objetivo es simple como una ecuación matemática: menos autos es más bicicletas.
A la hora de hablar del estado de la red de subterráneos, Dietrich ingresa en una pendiente y pierde velocidad. Responsabiliza a la empresa concesionaria Metrovías por el retraso en la inauguración de nuevas estaciones y, pese a los rumores, descarta que Mauricio Macri acepte el traspaso antes de fin de año.
Sentado en su oficina, el funcionario asegura que el tránsito "no está tan congestionado" en la ciudad de Buenos Aires como en otras grandes urbes de América Latina.
-¿Cómo va a hacer el proyecto del Metrobús en la 9 de Julio y qué impacto va a tener en la vida de las personas?
-Va a tener dos carriles exclusivos, con estaciones de ascenso y descenso en superficie. Este sistema hace que la gente viaje mucho más rápido porque no está mezclado con la congestión, lo que hace previsible el tiempo de salida y de llegada.
Sería bueno que la gente viaje en subte en la 9 de Julio, pero hoy no lo hace. Entonces trabajamos para mejorar la calidad de vida de los que viajan en colectivo
Apostamos a algo muy visible que cambia la forma en la que nos movemos en la ciudad. El que va en el auto no se da cuenta de que el subte está yendo más rápido, pero con el Metrobús ve que la prioridad la tiene la persona que está en el colectivo. Es lo mismo que está pasando con las bicicletas.
Además, este sistema es fundamental dentro el proyecto del área central (avenidas 9 de Julio, Leandro Alem, Rivadavia y Marcelo T. de Alvear). Lo que se busca es que tengamos más incentivos para caminar en un entorno que sea más agradable y seguro, y que haya menos incentivos para usar el auto.
-¿Es necesario realizar semejante obra en un lugar en el cual ya está el subte de la línea C?
-El Metrobús es un elemento fundamental en el anillo metropolitano de transporte. La gente que va a Munro o viene de Avellaneda no para en Retiro, se toma el subte y se va al Obelisco, sino que sigue en colectivo. La gente no hace trasbordo, se toma el colectivo en un punto y llega a otro. El 85 por ciento de los viajes se hacen sin trasbordo. Sería bueno que la gente viaje en subte en la 9 de Julio, pero hoy no lo hace. Entonces estamos trabajando para mejorar la calidad de vida de las personas que viajan en colectivo.
-También se cuestiona el costo de la obra, ¿cuánto va a salir realmente?

-El sistema va a salir 83 millones de pesos, pero la realidad es que es un presupuesto. Los costos efectivos se sabrán después de la licitación.
Desde nuestro punto de vista, es una inversión muy adecuada para el beneficio que tiene. Estamos hablando 250 mil viajes por día. Es cierto que el costo por kilómetro es más caro que en Juan B. Justo, pero la intervención es mucho más compleja. El tipo de estaciones es distinto: habrá un separador de los carriles de dos metros y medio en el que a su vez se va a hacer una plantación de árboles. Hay que recordar que el costo por kilómetro de subte vale 100 millones de dólares.
 Dietrich, durante la entrevista con LA NACION. Foto: LA NACION / Sebastián Rodeiro
-¿Van a generar problemas en el tránsito en la 9 de Julio cuando lo construyan? ¿Y cómo van a hacer con las manifestaciones que hay habitualmente en esa avenida?
-Hay que minimizar el tiempo de la obra para tratar de generar el menor impacto posible. Alguna complicación en el tránsito va a haber, pero lo haremos tratando de ocupar la menor cantidad de carriles de los autos que sea posible.
El Metrobús es una inversión muy adecuada para el beneficio que tiene. Estamos hablando 250 mil viajes por día
Respecto de las protestas, una posibilidad es que quien haga la manifestación no ocupe el carril del Metrobús, como pasó en Juan B. Justo. La otra opción es que los colectivos se tengan que desviar e ir por otras calles.
-¿Por qué hay estaciones de subte terminadas que no se inauguran?
-Las que no se inauguraron es porque Metrovías no incorporó al sistema los coches que tenía que incorporar. Si con los mismos coches, inaugurás más estaciones en un sistema que está colapsado, la gente termina subiendo en un lugar y bajando en el otro.
-¿Se va a concluir con la prolongación de la Línea H? Se gastan 170 mil pesos por día en esa obra que está parada desde hace ocho meses...
-La judilización de la política tiene costos y es lamentable. Subterráneos de Buenos Aires Sociedad del Estado (Sbase) pasó todas las alternativas posibles frente a un montón de inquietudes. Entiendo que están en proceso de resolverse.
-¿Es cierto que Macri podría aceptar el traspaso de la red de subtes antes de fin de año?
-Las posibilidades de que se agarre o no son las mismas de antes. Necesitamos sentarnos a discutir algunos puntos para que la transferencia sea adecuada, madura y profesional.
-¿Cuáles son esos puntos necesarios para aceptar el traspaso?
-Son temas de inversión, de créditos internacionales, para que la gran mayoría de las obras de las que nos haríamos cargo y que se tendrían que haber hecho, se hagan. También hay un tema con la flota de los coches.
Las posibilidades de que se haga o no el traspaso del subte son las mismas de antes. Necesitamos sentarnos a discutir algunos puntos para que la transferencia sea adecuada
-Los gremios denuncian que el mantenimiento de los subtes es escaso. ¿Quién se hará responsable en caso de que haya un accidente?
-Hoy la concesión de Metrovías sigue siendo del gobierno nacional, la situación legal es esa.
-¿Cómo van a realizar la peatonalización del centro y qué impacto tendrá?
- Se está haciendo una infraestructura similar a Reconquista. Vamos a ir sacando a los colectivos del centro, en algunas calles van a quedar como en Viamonte, Tucumán y Paraguay. Luego vamos a ver las alternativas para sacarlos definitivamente. Vamos a desalentar fuertemente el uso del auto, queremos que la gente venga en otros medios como el Metrobús de la 9 de Julio, que viaje más barato y después camine. Buscamos que el microcentro, a donde la gente viene por necesidad, sea un sitio en el que las personas quieren estar, que sea una opción para venir a vivir. A eso van las grandes ciudades, cuanto más cerca vivís del lugar en que trabajás, menos incentivos tenés para usar el auto.
-Están apostando fuerte a las bicicletas. ¿Aumentó la cantidad de viajes que hace la gente en la ciudad? ¿Los ciclistas deben respetar las normas de tránsito?
-La tasa de crecimiento viene siendo enorme, calculamos 150 mil viajes por día. La bicicleta empieza a ser una alternativa de transporte. Los jóvenes van a la universidad en bici y cada vez se incorpora más gente de la sociedad. Es un proceso creciente y dentro de un tiempo no vamos a poder creer que hace siete años la bicicleta no existía en la ciudad.
El hecho de hacer ciclovías protegidas ordena el sistema. Tenemos que trabajar para que todos respetemos las normas, pero nuestro foco principal es que los vehículos respeten las normas que son los que puede generar accidentes más grandes.
- Su deseo a futuro es que se use más la bicicleta y menos el auto...
-Es una visión, como sociedad tenemos que usar menos el auto, y como gobierno tenemos que generar las condiciones para que cualquiera de nosotros pueda optar para que nuestra movilidad vaya mejorando. Va a mejorar si no uso el auto. Para eso te tengo que dar opciones, desde que puedas usar una bicicleta y que sea seguro, hasta que puedas caminar en un entorno agradable.
- Cuando lo designaron en el cargo le cuestionaron que venía de una familia vinculada al negocio de la venta de autos. ¿Qué piensa de esas críticas?
- Ahora me critica mi familia más que nada [se ríe]. Por haber estado en el mundo del auto conozco mucho los desafíos del tránsito, siempre vi con claridad que esto colapsaba. El "deber ser" es venir y velar por los intereses comunes y no por los familiares y personales. Y lo dejé demostrado, si no fuese por eso me hubiese quedado haciendo negocios en las empresas de la familia, que me iba muy bien.
Actualmente me atacan porque aliento el uso de la bicicleta, pero antes me cuestionaban porque venía del mundo del auto. Las críticas no tienen consistencia
Tomado de diario La Nación de ar

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