jueves, 4 de julio de 2013

GESTIÓN PARLAMENTARIA ANTIECOLOGICA EN ARGENTINA


UNA GESTION PARLAMENTARIA QUE ABOCHORNA
 Enviado por guillermo
UNA GESTION PARLAMENTARIA QUE ABOCHORNA
 La presente legislatura provincial será recordada como una de las peores de nuestra historia.
 A su magra producción hay que agregarle que en las pocas leyes aprobadas existieron normas como la derogada ley 10.092, que pretendía regalarle a un grupete de amigos del poder cientos de miles de hectáreas del patrimonio público más cincuenta millones de dólares respaldados por el Estado.
 Ahora nos vuelve a sorprender con el anuncio de una ley de agroquímicos diseñada a medida de los intereses que nos están envenenando con un modelo productivo inhumano.
 Monsanto, ha dicho públicamente que su empresa será el único productor de semillas en el mundo, ningún alimento será producido por otra compañía, y se ha instalado aquí con una impudicia que escandaliza, simplemente porque sus aliados locales son nuestras autoridades y legisladores, secundados por las gremiales agropecuarias cómplices de este modelo agroindustrial de pesadilla.
 Una de las garantías para lograr este monopolio esta en la esterilización de las semillas, para evitar que los productores puedan obtener sus propias simientes.   Compañías satélites de Monsanto como Epicyte, localizada en California, han desarrollado  productos agrícolas -léase alimentos- infestados con ingredientes transgénicos que, después de ser consumidos, causan la esterilización de quienes los ingieran.
 Las nuevas semillas, son verdaderas armas biológicas para crear infertilidad:..” Tenemos un invernadero lleno de plantas de maíz que producen anticuerpos anti-esperma,” dijo Mitch Hein, presidente de Epicyte, la compañía de biotecnología de California.
 Wikileaks reveló recientemente que la diplomacia de Estados Unidos trabajó para persuadir a la Unión Europea de no regular las leyes sobre biotecnología.
  Los cables también revelaron la presión que ejerció Estados Unidos sobre el Vaticano y los sectores católicos opuestos a la modificación genética de alimentos.
 En Argentina vuelcan hoy mas de trescientos millones de litros de tóxicos que lo contaminan todo, solo en nuestra provincia, en los cultivos de soja, mas de diez millones de litros y si incluimos el maíz y el resto de los cereales y las oleaginosas, unos quince millones.
 Las epidemias actuales de cáncer, leucemia, infertilidad, malformaciones y alteraciones endocrinas en general ya han sido claramente asociadas a estos productos, esto ha hecho que se prohíban en Europa, aunque en los países pobres, con dirigencias  frágiles a los “estímulos” y sobornos de estas empresas, se les hace muy fácil ingresar y hacer lo que quieran.
 La historia de transgénicos en nuestro país se inició, durante el período de “relaciones carnales” con EEUU, Felipe Solá, entonces Secretario de Agricultura, autorizó en tiempo record el uso del glifosato, sucesor del agente naranja utilizado en la guerra de Vietnam para destruir la vegetación de la selva.
 Solá aprobó con tanta premura este producto que los “protocolos científicos” que se utilizaron para este cometido fueron, folletos de propaganda que ni siquiera habían sido traducidos del inglés, de la propia Monsanto.
 Envalentonada por este recibimiento la empresa realizó una formidable campaña de marketing, primero con los Ing. Agrónomos locales, luego con los productores en general, a los que invitaba a eventos donde supuestos expertos y científicos explicaban, en ágapes pantagruélicos,  las bondades e inocuidad de estos venenos.
 Los agricultores de nuestro país aceptaron las mentiras de Monsanto  y  difundieron su cultivo estrella, la soja.
 Y con éste, las semillas transgénicas y los agrotóxicos
 En los primeros años era habitual escuchar en estos ámbitos que el glifosato era inocuo y que se lixiviaba inmediatamente en contacto con el agua.
 Entre las primeras investigaciones que despertaron alarma estuvieron las efectuadas por la Profesora de la Facultad de Bromatología de la UNER, Liliana Lound, quien hace ya diez años advertía que no desaparecía en contacto con el agua sino que se depositaba en las semillas y por lo tanto pasaba al tracto digestivo de todos los animales, incluido el humano, que las consumían.
 Posteriormente el Dr. Carrasco y otros científicos demostraron su peligrosidad,
 Hoy en Argentina, Brasil y Uruguay han tomado el control de la producción agraria de la mano de las disposiciones legales de nuestros parlamentarios que ya no pueden alegar que no saben lo que están ocurriendo.
 Diputados y Senadores que legalizan estos procesos no pueden manifestar ignorancia frente a tanta evidencia científica, por lo tanto las leyes que sancionan y que habilitan las fumigaciones sobre escuelas y poblaciones son abiertamente disposiciones criminales, propias de quienes carecen de ética y vergüenza. La historia los hará cargo.
Tomado de envió de  www.fundavida.org.ar

Nota Felipito Sola también autorizo más de 700 barcos de pesca en el mar de  la plataforma submarina argentina 

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