sábado, 6 de julio de 2013

TEJIENDO MIMBRE

 Unas manos expertas en tejer mimbre
Un trabajo laborioso.  El proceso de preparación de las fibras demora 20 días. Corta las lianas con cuchillo
y luego las teje.
Restaurar muebles es una forma de reciclar. Contribuye a la economía de los hogares y, además, conserva piezas valiosas que en ocasiones hasta son heredadas.
En Loja, los muebles y objetos de mimbre, esterilla o cordón plástico adquieren nueva vida en las manos de Rafael Páez; un manabita de 49 años experto en esos menesteres y que arribó hace 10 años a la capital lojana.
Llegó contratado para reparar los viejos muebles de la Diócesis de Loja, junto a tres colegas. El contacto lo hizo el obispo de ese entonces, Hugolino Cerasuolo. Páez recuerda que laboraban en la calle, frente a la iglesia Catedral.
Eso permitió que la gente que pasaba por el lugar los observe y, en muchos casos, los contraten.
Esta acogida impulsó a Páez a quedarse en la ciudad. Luego de cuatro meses de trabajo para la Diócesis, empezó a realizar trabajos en casas que lo contrataban.
En el 2006 arrienda un local para montar su taller. Inició con herramientas básicas: cuchillo, alicate, playo, destornilladores… La elaboración y reparación de muebles en mimbre no es complicado, dice el maestro. "Sin embargo, se deben realizar con fibras adecuadas para que el trabajo sea de calidad. Estas deben ser tratadas para realizar el tejido".
La materia prima la compra en el cantón Muisne de la provincia de Esmeraldas. Son lianas que se las encuentran en la zona selvática de este cantón costeño, a 1 700 metros sobre el nivel del mar.
Los envíos los realiza un familiar hasta Guayaquil y, luego, van hasta Loja por transporte terrestre.
Cada 15 días adquiere un quintal de mimbre, que llega enroscado en forma de alambre. El primer paso para su tratamiento es limpiar el lodo que viene pegado. Después le retira la corteza del vegetal. No debe estar completamente maduro para que no se quiebre.
Con un cuchillo normal corta las puntas en tiras. En algunas de estas lianas, por el grosor, se pueden trenzar hasta cinco tiras. Cuando están duras se remojan para suavizarlas. Enseguida, con la mano empieza a separar los filamentos.
Los movimientos deben ser uniformes para no desperdiciar material. Cuando existe una polilla la corta para tener una fibra sana. Con el mismo cuchillo pule las tiras. La superficie no debe tener rugosidades. Realizar este trabajo de preparación de la liana tarda 20 días.
Con la materia prima lista, el artesano empieza a trenzar las esterillas sobre el mueble de madera previamente preparado. Todo el proceso es manual.
Según sus propias palabras, es el único artesano que realiza este trabajo en Loja y, hasta el momento, su trabajo es muy valorado. Y siempre tienen alguna obra porque en la urbe abundan las antigüedades y muebles de mimbre.
Páez afirma que este arte lo aprendió de su padre, quien era un verdadero artífice. No obstante, siempre está renovando sus diseños propios, para que sean ganchos para sus clientes.
Datos
También recupera  muebles de madera. Por una silla normal de comedor cobra hasta USD 50. Mientras que una mecedora vale USD 150.
La forma  de contacto es sencilla. El cliente llega hasta su taller ubicado en las calles Sucre y Cariamanga. O llamando al 098 660 27067.

TOMADO DE EL COMERCIO DE ECUADOR

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