En pleno siglo
XXI se practican actos salvajes propios de tribus primitivas incivilizadas para
someter a niñas y adolescentes a costumbres sin sentido
ITSASO ÁLVAREZ
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Mujer jirafa./
Reuters
Hoy por hoy, son
muchas las situaciones en las que se violan los derechos humanos de las mujeres
por el hecho de serlo. Aunque parezca mentira, se siguen practicando en
diversos países costumbres salvajes y espeluznantes que truncan la infancia de
muchas niñas y vejan a muchas mujeres. Algunas de las siete tradiciones que
repasamos a continuación forman parte de la historia, pero otras se siguen
practicando.
Acogida con
estiércol e insultos a la mujer masai
Los masai son un
pueblo que vive entre Kenia y Tanzania. El matrimonio de la mujer lo decide su
padre cuando ella es todavía bebé. Las relaciones sexuales fuera del matrimonio
están permitidas siempre que la mujer sea prepúber o después de la menopausia,
para evitar tener hijos fuera del matrimonio. La mujer será acogida por primera
vez en casa de los parientes de su futuro esposo con insultos y estiércol.
Simboliza la vida difícil que comienza y se hace como símbolo de que deben
fortalecer su carácter. El día de la boda, la novia será sometida a una larga
ceremonia .En la casa de su familia, las mujeres la rodearán y envolverán con
toallas de color y la adornarán con cuentas de piedras preciosas, sobre todo
blancas. Una vez preparada, se coloca los zapatos, coge el fimbo, un palo
utilizado para el pastoreo, y abandona la casa de su padre, que da su bendición
escupiéndole un sorbo de leche en el cuello. Una vez ha salido de su antigua
casa, ya no puede dar marcha atrás porque se convertiría en una piedra.
Mientras se dirige
a la casa de su futuro esposo, varias mujeres le regalarán cabras y terneros.
El novio la esperará cocinando carne de cabra a la parrilla, mientras otras
mujeres estarán preparando una mezcla de huevos y la harina de chapati para el
banquete. A lo largo del matrimonio, puede ser prestada por el marido a
cualquier amigo que esté de paso por el poblado y necesite satisfacer alguna
necesidad venérea.
Las mujeres
jirafa de Tailandia
Las llamadas
mujeres jirafa pueden encontrarse en distintos rincones del planeta, pero unas
de las más famosas son las pertenecientes a la tribu Kayan o Karenni, una
minoría étnica tibeto-birmana que se fue desplazando hacia Tailandia por los
conflictos bélicos acaecidos en su zona natural. El nombre original que reciben
allí estas mujeres es Padaung. La comparación que se hace con las jirafas
proviene de lo que los caracteriza: un cuello largo y robusto. El estiramiento
del cuello se consigue mediante el ensortijamiento de aros de latón alrededor
del mismo. Esto se realiza paulatinamente a lo largo de la vida de cada mujer.
Lo que provocan estos anillos es una opresión de las clavículas hacia la
cavidad torácica.
El efecto visual
que se consigue es el de un cuello estilizado y más largo de lo normal, toda
una atracción turística hoy en día. El gobierno birmano trató de prohibirlo
para subsanar una imagen de país poco desarrollado. Las Padaung se consideran
símbolo de belleza al imitar a un dragón, animal muy apreciado por el folclore
tribal, aunque otras hipótesis poco contrastadas afirman que el estiramiento
servía para afear a la mujer y evitar que fuera esclavizada, o incluso para
evitar la mordedura de un tigre. La colocación de los anillos comienza a
hacerse cuando las mujeres son sólo niñas. Esta tribu es marcadamente falócrata,
y los castigos que los hombres imponen a las mujeres por delitos como el
adulterio incluyen a veces la retirada de todos los anillos, circunstancia que
provoca la asfixia o el desnucamiento de la condenada, que para sobrevivir se
ve obligada a vivir el resto de su vida tumbada o sujetando permanentemente su
propia cabeza entre las manos.
Casas para
engordar futuras esposas en Mauritania
En Mauritania, a
las niñas y mujeres más gordas se las considera bellas, ricas y adaptadas
socialmente mientras que a las delgadas, inferiores y una vergüenza. Por ello,
es tan importante para las niñas ser gorda que quienes son delgadas son
enviadas a un campamento de verano para subir de peso. Según una tradición
conocida como Leblouh, desde los cinco años, se someten a este cruel proceso en
el que las obligan a comer para ganar kilos. Las prácticas obligatorias
implican el consumo de cantidades enormes de comida y, si es necesario, la
provocación de vómitos para seguir ingiriendo alimentos. La tradición mauritana
dice que el tamaño de una mujer indica el espacio que ocupa en el corazón de su
marido.
Los pies
vendados de las niñas chinas
La leyenda más
popular dice que, un día del siglo X, una cortesana del palacio imperial,
famosa por su belleza y su talento al bailar, recibió la orden de preparar una
danza para deleite del emperador Tang Li Yu y en honor de los espíritus. Se
mandó a construir para ella un piso hecho de lotos de oro donde pudiera
ejecutar su danza. Se le adornó el cuerpo con las más esplendorosas joyas y se
le vendaron los pies imitando la forma de la media luna. Queriendo imitar su
belleza, todas las mujeres de la corte y del resto del imperio vendaron sus
pies y los de sus hijas, y los de casi mil millones de chinas que nacieron
después de ellas.
Esta práctica ha
estado vigente por al menos 2.000 años. El proceso de vendaje empezaba cuando
las niñas tenían entre 4 y 6 años, y era realizado por la madre. Los pies eran
puestos a remojo en agua con algunas hierbas, para eliminar todos los restos de
pieles muertas, y las uñas se cortaban tanto como era posible. No superar los
siete centímetros de pies era lo establecido. Después de un masaje, los 4 dedos
más pequeños se rompían. Luego, se vendaban con seda o algodón empapado en
líquido, apretando los dedos contra el talón.
Cada dos días se
retiraba el vendaje y se volvía a realizar. El proceso duraba dos años. Para
entonces, los pies medían sólo unos diez centímetros. Las únicas partes en
contacto con el suelo eran su calloso talón y el dedo gordo. Aunque parezca
increíble, estos pies fueron por cerca de un milenio el más oculto tesoro de
las mujeres chinas y el más soñado placer de sus hombres. Para que los pies se
convirtiesen en ‘loto dorado’-obra de arte y objeto de deseo, debían medir sólo
siete centímetros y reunir las siguientes características: ser delgados,
pequeños, puntiagudos, arqueados, perfumados, suaves y simétricos.
Planchado de
pechos en Camerún
Las violaciones
se multiplican en países como Camerún y es una práctica habitual que las madres
de niñas y adolescentes planchen periódicamente con un palo incandescente los
pechos de sus hijas. Con ello intentan disminuir el atractivo sexual de las
niñas y luchar así contra el abuso sexual. Planchando los pechos evitan que
estos crezcan y que llamen menos la atención a los hombres. Es una práctica
brutal que sufre una de cada cuatro niñas en Camerún, y cuyas madres defienden
como beneficiosa. Algunas madres presionan las mamas de sus hijas con un palo
caliente. Otras usan piedras o conchas ardiendo. El gobierno de Camerún ha
llevado a cabo varias campañas para informar del trauma que sufren las jóvenes
tras esta tortura y para enseñar a las madres que el elevado número de
embarazos juveniles que sufre el país no se previene mediante este ritual irracional
y bárbaro.
Condenadas a
la lapidación
La lapidación es
un medio de ejecución muy antiguo que consiste en que los asistentes lancen
piedras contra el reo hasta matarlo. Como una persona puede soportar golpes
fuertes sin perder el conocimiento, la lapidación puede producir una muerte muy
lenta. Esto provoca un mayor sufrimiento en el condenado. Hoy en día, al menos
cuatro países la practican contra quienes mantienen relaciones fuera del
matrimonio, sobre todo mujeres. Nigeria, Somalia, Indonesia e Irán, aunque las
leyes de otros seis también la recogen. En Irán, el Código Penal especifica
cómo ha de llevarse a cabo la lapidación y el tipo de piedras que han de
utilizarse. Su artículo 102 dispone que los hombres han de ser enterrados hasta
la cintura, y las mujeres, hasta el pecho. Al artículo 104 establece que las
piedras no han de ser “ni tan grandes como para matar a la persona ni tan
pequeñas que no puedan considerarse piedras”.
La
infibulación
Es la mutilación
de los genitales femeninos, cercenando el clítoris y cerrando la vagina
mediante una sutura que deja solamente una pequeña abertura para la emisión de
orina y para permitir la salida del flujo menstrual. La forma más extensa de lo
que en varias culturas africanas se denomina circuncisión femenina, una
práctica que todavía se viene realizando en 28 países desde el cono de África y
el mar Rojo hasta la costa atlántica y desde Egipto hasta Tanzania,
comprendiendo también la mayor parte de Nigeria, los dos Yemen, Arabia Saudita,
Irak, Jordania, Siria y el sur de Argelia. Con mucha menos frecuencia se
realiza en algunas tribus de América Latina, Brasil, Perú y México, así como en
Malasia y Pakistán. La meta es que las mujeres pierdan la habilidad de sentir
placer sexual durante el coito, asegurando de esa manera que no serán infieles.
El resultado es que la mayoría de las mujeres a las que se practica la
infibulación desarrollan problemas médicos desde los quistes dermoides,
infecciones urinarias y fístulas, hasta las hemorragias uterinas y otras complicaciones
serias que pueden causarles
Tomado de correo
de país vasco
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